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Anna Gorenko

Cuando su padre se enteró de que su hija estaba a punto de publicar una selección de sus poemas en una revista de San Petersburgo, la llamó y le dijo que, aunque no tenía nada contra su gusto por escribir poesía, quería instarla a «no manchar un nombre respetado» y recurrir a un seudónimo. La hija accedió y así es como «Anna Ajmátova» entró en la literatura rusa en lugar de Anna Gorenko.

Joseph Brodsky.

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